viernes, 8 de julio de 2011

woody allen y kirchnerismo

Anoche fui con mis amigos kirchneristas a ver "Medianoche en París", la última de Woody Allen. Si no la vieron, les recomiendo que lo hagan. Cuando terminó la película, las opciones culinarias se polarizaron: chori a la costanera (estábamos en Puerto Madero), o subirse a los autos y comer algo en la casa de alguno.

¿Vieron el frío de cagarse que hacía anoche?

Por eso, yo propuse pedir sushi y tomar vino en la casa de Iván, uno de mis amigos camporistas. Como hacíamos todos los jueves antes de la primavera.

Pero el voto de la mayoría nos llevó a extender la farsa hasta el límite del congelamiento. El choripán al aire libre nos duró poco. Rápidamente, nos trasladamos al auto de Juan, estacionado pero encendido, con la calefacción prendida, cerca de la Reserva, en Costanera Sur. El Sur. Ese simbólico en disputa.

En el auto, chorreando grasa y migas sobre su Levi's, Juan dijo: 

- Es la película más peronista de Woody Allen.

Me atraganté con un pedazo de chori chicloso. Malena me palmeó la espalda para que escupiera, Iván me levantó los brazos. ¡Respirá, respirá! ¿La película más peronista de Woody Allen? Pedí agua. No sabía por dónde empezar a morder mi asombro. ¿Alguien dijo peronista y Woody Allen en la misma oración?

- Cuando le hace decir a Hemingway... ningún tema es terrible si la historia es verdad...

¡Fitzgerald! ¡Cole Porter! Los Campos Eliseos... El choripán de Rodin... 

- ... si la prosa es limpia y honesta... Si es verdad... Woody Allen agarra el período más elitista, del arte más oligarca, en la ciudad más refinada del mundo, y hace una historia honesta y popular. Esta película puede verla mi tío Roque y pasarla bomba. Y no terminó el secundario. ¿No vieron cómo se reía la gente en el cine? Remember que estamos en Puerto Madero. Gente de plata pero bruta...

Alguien me pasó la cerveza. Pintó la risa. Juan no estaba hablando en serio. O sí. Era parte del ensayo kirchnerista de la cultura y del ensayo cultural del peronismo. Era verdad, porque era real. Pero era un chiste. Y mientras le daba un último trago a la Heineken pensaba en mis amigos. En qué cosas unían a mis amigos camporistas egresados del Buenos Aires con Florencia Peña. En cómo daría Flor Peña en un protagónico de la próxima de Woody Allen.

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